"Es algo muy común. A menudo las personas usan a otras personas para “vampirizar” esa energía que les falta. ¿Por qué? Por la sencilla razón de que les cuesta tanto “enchufarse” a la fuente, al amor puro e incondicional, a esa “energía divina” por llamarla de alguna manera que están constantemente buscando esa energía, venga de donde venga.... "
El ángel guardián me convierte en luminaria, el demonio guardián me convierte en vampiro.
miércoles, 15 de abril de 2015
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